Antirrobos; mejor con certificado y anclados a un punto fijo

Comparativa de 40 antirrobos: de cadena, horquilla y disco. Los hay de todos los precios y formas, lo único que te recomendamos es que utilices sólo los que estén homologados.

Prevenir el robo de tu moto no es sólo cuestión de atarle un perro y echarte a dormir. Aunque a todos nos gustaría tener un sabueso que nos vigilara la burra y ladrara y mordiera (a ser posible en sus partes) a los amigos de lo ajeno. Sin embargo, hay una forma mejor de asegurar tu moto cuando esté estacionada. Puedo decirlo más alto pero no más claro. Da igual que la parada sea para comprar el pan, que en la terminal del aeropuerto para un fin de semana: ¡ponle un antirrobo!

Hay en el mercado de todos los tipos y de todos los precios para que adaptes el candado según la situación. Puedes utilizar el bloqueo de disco en paradas cortas, mientras que las horquillas y cadenas son aconsejables para los estacionamientos más prolongados, pues permiten anclarla a puntos fijos del moviliario urbano, los pilares del garaje o al antirrobo de otra moto. La clave es tener la moto anclada a un punto fijo. No hay antirrobo que pueda hacer frente a un grupo de personas que arrastran tu moto y la meten en una furgoneta. No hay solución si no la atas a una farola, bolardo o barrera.

Antirrobos hay muchos. Pero no nos engañemos, como en todos los mercados, hay poco oro y mucha paja. La buena noticia es que al menos hay oro... Y para encontrarlo no hay normas escritas pero sí un consejo: que tengan certificado de homologación de algunas de las instituciones independientes que testan los antirrobos: NF-FFMC, SRA, ART, Sold Secure, VAT, etc.

 -->[Lee la comparativa de la Revista Motociclismo sobre los 40 antirrobos analizados, aquí.]

Homologación de candados de moto

El mercado de antirrobos para motocicleta tiene un problema: no está bien regulado. Es decir, que cualquiera puede fabricar un antirrobo o importarlo de China y ponerlo a la venta en España sin pasar ningún tipo de homologación. Esto es lo que ha llevado a la proliferación de infinidad de marcas (que no fabricantes) de todo tipo de candados para moto, que no ofrecen ninguna garantía. Es más, la mayoría de ellos no sirven absolutamente para nada. Un solo golpe con una maza, una cizalla de mano o una sierra de metal puede servir para romper uno de estos artilugios que nada tienen que ver con los antirrobos.

España a la cola. Esto se agrava en nuestro país, puesto que no hay ningún organismo independiente (ni privado ni público) que se encargue de poner a prueba los antirrobos que salen al mercado para ver si realmente funcionan y sirven para lo que dicen servir. Francia es el país pionero en materia de antirrobos en toda Europa y allí si existen organismos oficiales que testan los antirrobos y emiten (o no, según los resultados) los certificados de homologación a cada modelo. Los más comunes allí son: NF-FFMC (que además realiza auditorías en las fábricas y toma muestras aleatorias en las tiendas para probar) y Classè SRA. Otros países como Gran Bretaña cuentan con el sello Sold Secure Gold, en Holanda el ART****, el VAT finlandés o SSF en Suecia. Cuantos más sellos de homologación tenga un antirrobo (ya se encargará el fabricante de ponerlos bien a la vista en el empaquetado), más probado y mejor calidad.

Los test de seguridad que se les realizan a los candados son similares. Normalmente se somete al antirrobo a todos los ataques posibles.

*Maza: Se deja caer encima diversos martillos de diferentes pesos y a varias alturas para ver si el bloque de la cerradura resiste los golpes o colapsa por dentro.

*Corte: Con una cizalla mecánica (que aplica una fuerza inimaginable para un humano) se corta la horquilla o cadena. Los mejores candados resisten varias toneladas de fuerza antes de romperse.

*Tracción: Consiste en estirar la horquilla o la cadena hasta que estalle. Los mejores pueden aguantar más de 10 toneladas. Es decir que podrías colgar de ellos 4 coches y no se romperían.

*Torsión: Se retuerce la horquilla para comprobar su flexión. Te sorprendería comprobar cuánto se puede retorcer un buen antirrobo antes de que vuelva a su lugar y siga abriendo y cerrando como si cualquier cosa.

*Pruebas de frío: Se le rocía con espray congelante y se le introduce en un frigorífi co a -20 o -40 grados antes de realizar las pruebas.

*Cerradura: También se ensaya la resistencia de las cerraduras contra el taladro o ganzúa, considerados ataques inteligentes.

En resumen, elige solo antirrobos que hayan pasado estas pruebas con buena nota y lo puedan certificar. Es la única forma de conseguir la máxima confianza cuando dejas aparcada la moto. Los ladrones conocen los antirrobos y saben cuáles son fáciles de abrir y cuáles no. Pónselo difícil.

Fuente: Motociclismo