“Cuando te subes a ella te convences rápidamente que la moto ni siquiera es tan pesada ni tan difícil de manejar como muchos piensan”, afirma Sue Nagel, H.O.G. & Customer Experience Manager España y Portugal. Las Ladies of Harley son mujeres socialmente activas, y algunas de ellas también madres de familia. Su entusiasmo por Harley-Davidson les viene desde muy jóvenes, ya sea por tradición familiar o por propia elección. Un buen ejemplo de ello son el testimonio que cuentan estas tres Ladies of Harley del Madrid H.O.G. Chapter, el club de propietarios del concesionario oficial Makinostra Harley-Davidson Madrid.
“Es una maravilla conducir una moto así”, explica Patrizia Sabrina Barbagallo, que estudia Interpretación de Lengua de Signos y Fisioterapia. Su afición a las Harley-Davidson le viene de familia y afirma que siempre le ha fascinado su ruido y estilo. Su primera Harley- Davidson se la compró hace unos 5 años, es una Sporster 883 Low. Se apunta siempre que puede a las salidas del Madrid H.O.G. Chapter y va con ella a clase todos los días.
María Jesús Fernández, ‘Chus’ para los amigos, cuenta que “hace tres años que me entró el gusanillo Harley”. Chus es una joven empresaria que dirige un negocio de decoración e interiores. “Es como una adicción, muy difícil de dejar”. No en vano ha recorrido media España y parte de los Estados Unidos, haciendo la mítica Ruta 66, sobre su Fat Bob, aunque se inició en la conducción Harley con una Sportster. Sonia Wilt del Villar es en cambio “una apasionada de las motos desde siempre”. Psicóloga y azafata de vuelo, casada y sin hijos, Sonia siempre quiso tener una Harley- Davidson, aunque conducía otra moto cuando era más joven. Se hizo con su primera Harley en el año 2007, una Heritage, modelo classic que disfruta junto a su marido, que también conduce su propia Harley. Ambos asisten a concentraciones nacionales y europeas.
Fuente: DM
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