Resulta que un aficionado al que le interesa mucho hacerse con una moto clásica restaurada descubre, vía Internet, un vendedor en la otra punta del mundo que le ofrece una moto como la que él está buscando por un precio muy competitivo. Tan competitivo que sigue siendo interesante incluso después de añadirle los portes de traer un vehículo desde ese lugar tan remoto.
Nuestro amigo, que es un poco confiado, todo hay que decirlo, se pone en contacto con las personas que están detrás de esa web tan interesante, y tras cruzar unos cuantos correos se decide y les hace una transferencia por el importe de la moto (portes incluidos). A partir de esa fecha la fluidez de comunicación con los responsables del negocio desaparece, y nuestro amigo se queda compuesto y sin moto. Desesperado inicia una campaña de búsqueda de esos señores, contactando con cuanto lugar relacionado (aunque sea remotamente) con ese tipo de motos a ver si alguien le puede dar alguna referencia de su vendedor.
Y ahí salta la liebre cuando a través de un blog le comentan que esos señores a los que les ha comprado su moto han estado utilizando fotografías de otros restauradores para simular que hacen un trabajo. Atendiendo a lo que explican en Vespamore, los señores de Avalon Scooters son una estafa. Según ese mismo articulo en la web de Avalon Scooters podemos ver fotografías de scooters restaurados por otras empresas, como VNScooter. Incluso la gente que está detrás de The Scooterist, un blog vietnamita sobre Scooter clásicos, respalda la historia contada por el señor Sy Manh Tran, el propietario de VNScooter.
Lo que nadie cuenta es que nuestro amigo del principio seguramente no volverá a ver ni un céntimo del dinero que alegremente adelantó por la compra de un par de Scooter restaurados en Vietnam.
Así que ya sabes, si te llega al correo un mensaje en el que te ofrecen una serie de Scooter restaurados en la otra parte del mundo a un precio descaradamente barato, lo primero es desconfiar, lo segundo es informarse y lo último “soltar la plata” porque una restauración no es algo barato ni fácil de hacer. Y “listos” los hay en todas partes, pero si viven en la otra punta del mundo es más difícil que los alcance el brazo de la ley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario