Desde luego que el artífice no pensaba en conseguir grandes prestaciones, pero sí fiabilidad mecánica y un coste reducido. La verdad es que, a priori, parece sencillo: Motor bicilíndrico en bóxer refrigerado por aire ¿Te suena de algo? Muy BMW ¿no?.
En 1993, Emile Leray estaba en medio de la nada en un viaje en solitario con su 2CV por el desierto marroquí cuando su vehículo falló sin posibilidad de reparación. No tenía herramientas apropiadas, pero sí algunas básicas, comida, bebida y mucha imaginación. Así se puso manos a la obra y construyó esta moto con el motor del 2CV para poder llegar a la civilización.
Fuente: MasMoto
No hay comentarios:
Publicar un comentario